REQUIEN POR UN MAGNOLIO

Recojo aquí esta columna de Paz Altés en el Mundo de Valladolid el día 1 de septiembre de 2007

sin palabras

HOY SÁBADO

PAZ ALTÉS MELGAR

REQUIEN POR EL MAGNOLIO NÚMERO 6

Por más que comience a instruirse un final razonable a la demencial polémica que ha mantenido paralizadas, durante tantos meses, las obras -y en gran medida "la vida"- en la plaza de Portugalete, lo cierto es que nada podrá hacerse ya por la primera víctima "mortal" que se ha cobrado todo este embrollo. Lo digo por el pobre magnolio que luce totalmente seco y arruinado entre sus compañeros de hilera, plantados en su día con sabia anticipación para que, cuando el conjunto estuviese terminado, el mobiliario vegetal "diese la talla". El magnolio se ha muerto delante de nuestras narices y aquí nadie ha dicho ni "mu".

¿Donde están ahora esos ecologistas tan comprometidos y que tan atentos decian estar a la sostenibilidad de nuestro entorno? Quizás un simple magnolio ("uno" por ahora) no justifique para ellos una andanada reivindicativa. Quizás consiguieron lo que realmente perseguían (me refiero a "fastidiar") y luego se fueron de vacaciones, sin mirar ni atrás ni alrededor. O quizás todo se reduzca a que no se habrán dado ni cuenta, hasta que hoy alguien les comente: "...pues en EL MUNDO han dicho...".

El Ayuntamiento tampoco ha hecho nada por salvar al magnolio, lo sé. Y no seré yo quien justifique su inhibición (que no me parece ni medio bien); pero si quien vea en ella los efectos de la rabia y la impotencia contenidas. Aquello de "sientate a esperar y verás el cadaver de enemigo pasar"... ya saben.

Quedarían aún la constructora y los propios vecinos, que también hubieran podido evitar el deceso. La primera, es evidente, no estaba para perder tiempo y dinero en una nimiedad de estas características y, además, conocía muy bien donde acababan sus responsabilidades contractuales. En cuanto a los segundos, ya se sabe lo caras que se cotizan las iniciativas vecinales no subvencionadas...

Tampoco el juez anduvo muy fino al redactar las resoluciones en las que dispuso la paralización de las obras y olvisó incluir en ellas una sencilla clausula en la que se hubiese previsto el asunto del riego de los magnolios de Portugalete en tanto la obra estuviese parada.

El caso es que los unos por los otros: la casa sin barrer. Y el magnolio número 6... muerto. Descanse en paz.

P.D.- Los otros seis magnolios llevan el mismo camino.